Algo sobre el canon...

Hoy me ha llamado mucho la atención un artículo que he leído en un blog sobre el canon que quieren imponer a las Bibliotecas. Me parece un artículo muy ingenioso, espero que lo disfrutéis.

Cito textualmente:

Ojalá los libros fueran coches

¿Qué es más irritante, ser robado o que lo tomen a uno por idiota? En este día del libro nuestros políticos nacionales, de la mano de los europeos, han conseguido la rara hazaña de irritarnos a la vez por ambos conceptos. Por una parte crean una nueva tasa sobre los libros según cómo se usen: los que estén en bibliotecas pagarán extra. Por otro aseguran que en ningún caso será el usuario el que abone la tasa, puesto que los gobiernos central y autonómico se encargarán de su pago. ¿Y con qué dinero, cabe preguntar, con el sueldo de los señores diputados o europarlamentarios? No: con el de los presupuestos que sufragamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos. Y todo para favorecer a unos particulares: en concreto a una industria anclada en una lógica perversa basada en controlar y cobrar una y mil veces el producto una vez vendido.
Para entenderlo, usemos una analogía: imagine que la venta de coches funcionase como la edición de libros o música. Usted compraría un coche, y lo pagaría, y sería suyo. Pero dentro de su precio se incluiría una compensación al fabricante por el negocio que pueda perder si le presta usted su coche a un amigo (canon por
reproducción mecánica). Asimismo las empresas de alquiler de automóviles deberían indemnizar al fabricante por sus pérdidas, dado que quien alquila no compra (canon de bibliotecas). El fabricante también cobraría un tanto por litro de gasolina vendido, ya que la mayoría de la gasolina se usa en automóviles (canon por copia privada). Por fin, para llevar otras personas en su coche tendría que pagar otra vez (comunicación pública). Sin duda la industria automovilística solicitaría también duras leyes para acabar con la piratería, con tanta gente comprando gasolina sin canon, prestando el coche durante semanas o viajando con amigos sin pasar por caja. Incluso se hablaría de un diabólico invento llamado 'ferrocarril' capaz de transportar a miles sin pagar un euro por ningún concepto... un invento que la industria estaría intentando ilegalizar, o controlar, o mejor aún cerrar. Porque de lo contrario ¿qué sería de los pobres diseñadores de automóviles?
Pero claro, no es lo mismo. El gobierno no tiene entre sus funciones y objetivos el fomento del parque automovilístico, ni tiene un compromiso especial con los diseñadores de automóviles. Sí que tiene entre sus funciones y objetivos el fomento de la cultura , y entre sus compromisos uno muy especial con los autores, a través de sus representantes. Quizá tanta atención sea la causa última del desastre que se avecina: del modo como los defensores de la cultura y los encargados de su fomento se están cargando la industria cultural con leyes absurdas, contraproducentes e irritantes para sus clientes. Naturalmente, ningún político sería tan suicida como para fomentar así la industria automovilística. Pero la cultura es otra historia; debe ser protegida a toda costa. Hasta su destrucción total.”

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola encanto,

Un texto logrado, irónico y muy oportuno.

Habrá que debatir lo del canon de bibliotecas, por ejemplo con un café ;)


Un Beso

Álvaro
Prometeo ha dicho que…
Yo iba a preguntar la opinión de Suzanne acerca del canon (tasa sobre libros, no las cámaras de fotos) como profesional.

Pero he llegado tarde al toreo, me temo, y se me han adelantado.
Anónimo ha dicho que…
Álvaro..."Hola encanto", creo que eso solo me lo dices a mi! Te perdono porque se lo has dicho a Sus y es como una hermana para mi.

Me apunto al café! Me encantan vuestras discusiones.

Besitos "encanto"